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"Soy un hombre de armas, un soldado, scout. Paradójicamente, al único de mi especie que admiro, empuñó solamente la palabra, su técnica fue la humildad, su táctica la paciencia y la estrategia que le dio su mayor victoria fue dejarse clavar en una cruz por aquellos que amaba".

Desde La Trinchera Del Buen Combate en Argentina. Un Abrazo en Dios y La Patria.

3 de junio de 2019

DÍA DEL PERRO EN LA REPÚBLICA ARGENTINA, 02 de Junio. EN HONOR A CHONINO, PERRO OVEJERO ALEMÁN DE LA POLICÍA FEDERAL ARGENTINA.

Chonino
Prevenir TV - 01-06 - Homenaje a Chonino
https://www.youtube.com/watch?v=AtJ5cZW4ad0


DR. ROMERO EN TELEFÉ NOTICIAS -- Día del perro -- Historia de Chonino
https://www.youtube.com/watch?v=alUuUYJh8b8
Chonino fue un perro argentino de raza Ovejero Alemán de pelo largo que perteneció a la Policía Federal Argentina, recordado por ser el único que murió en acción en toda la historia de la Fuerza, y que por su valentía y sacrificio se conmemora el "Día Nacional del Perro" el día de fallecimiento. Chonino era un ovejero alemán nacido el 4 de abril de 1975. El 15 de diciembre de 1977 ingresó a la Policía Federal Argentina luego de aprobar las pruebas de aptitudes físicas y psíquicas requeridas para ser un perro de Policía.
Chonino

Especie
Perro

Raza
Ovejero Alemán

Sexo
Masculino

Nacimiento
4 de abril de 1975
Buenos AiresArgentina

Muerte
2 de junio de 1983 (8 años)
Calles Lastra y Generel Paz, Buenos Aires, Argentina

Conocido por
Ser el único perro que murió en acción en toda la historia de la Fuerza, y que por su valentía y sacrificio se conmemora el "Día Nacional del Perro".

Premios
Estatua de bronce en el predio de la Policía Montada.


Apariencia
Pelo marrón largo y cuerpo de gran tamaño.
Día Nacional del Perro Argentino en honor a Chonino
https://www.youtube.com/watch?v=_dcPB4JOPzI

Fue adiestrado como perro de seguridad y clasificado como perro de presa. Esto significa que sólo podía entrar en acción cuando había peligro de vida tanto para sus conductores como para terceros inocentes.
HISTORIA
Chonino era un perro Ovejero Alemán de gran tamaño, nacido el 4 de abril de 1975. En diciembre de 1977fue reclutado por la Policía Federal Argentina en la División Perros y luego de ser adiestrado como perro de seguridad, se lo catalogó como perro de presa; por lo que se lo reconocía apto para entrar en acción en situaciones donde peligrara la vida de sus conductores o terceros inocentes.
Como perro de policía, cumple su primer servicio participando del operativo de seguridad en el partido inaugural del mundial de fútbol de 1978, realizado en Argentina, en el estadio de River Plate.
El animal pertenece a la División Perros de la Policía Federal Argentina con asiento en la capital federal, a raíz de episodios de inseguridad de la época es asignado a patrullar como refuerzo la zona de la comisaría número 45 en el barrio de Devoto, de la capital Argentina a manos de su guía Luis Alberto Sibert apoyado por Jorge Ianni.
Patrullero de la División Perros de la Policía Federal Argentina
El 2 de junio de 1983, realiza un patrullaje de rutina junto a su guía, el Suboficial Luis Sibert, en compañía del agente Jorge Iani en la avenida Lastra y Generel Paz. Cerca de las 20 horas en una noche fría y bajo una fuerte lluvia, los oficiales se encuentran con dos sospechosos que merodean la zona sobre la calle Lastra cerca de un comercio que estaba por cerrar entre los autos estacionados. Al tratar de identificarlos, los malhechores comienzan a efectuar disparos, y los uniformados se traban en lucha con los mismos. 
En su honor la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires le dio su nombre a la calle que une la Avenida Casares con la calle Salguero, en la Capital Federal.
En el enfrentamiento, ambos oficiales resultan gravemente heridos, como también los delincuentes, alcanzados por las balas del Suboficial Sibert, aunque heridos de menor gravedad logran huir a la carrera hacia la avenida Gral. Paz. Durante la huida, Chonino, al ver herido a su guía y recibiendo la voz de ataque, corre y se abalanza sobre uno de sus agresores, lo ataca y logra desarmarlo, pero recibe un disparo en el pecho, efectuado por el otro delincuente, que le atraviesa todo el torso. 
El animal, agonizando, se arrastra con sus últimas fuerzas mas de 100 metros hacia su guía que yacía gravemente herido en el suelo y muere sobre él, el Suboficial Luis Alberto Sibert, guía de Chonino, que se recuperaría y lograría salvar su vida luego de las graves heridas sufridas tras varias operaciones y de una larga convalecencia de 6 meses, gracias a pericia de los doctores del Hospital Churruca. Mientras que el oficial Jorge Ianni, moriría más tarde por las heridas recibidas.
Chonino
Tras el enfrentamiento, la policía constata que Chonino, ya muerto, aún apretaba entre sus mandíbulas un trozo de la campera del delincuente al que atacó: era el bolsillo de su gamulán y en su interior estaban los documentos que lo identificaban. Gracias a este acto heroico, los maleantes fueron detenidos 5 días después en la provincia de Buenos Aires, hacia donde habían huido.
Actualmente los restos de Chonino descansan en el Círculo de la Policía Federal Argentina y los de su guía, Luis Albert Sibert, fallecido 25 años después del episodio, el 13 de diciembre de 2007 en el Cementerio de la Chacarita.
ESTATUA DE BRONCE Y EN SU HONOR LA MUNICIPALIDAD DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES
Para recordarlo, en el interior del Predio de Policía Montada, existe una estatua de bronce.
En su honor la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires le dio su nombre a la calle que une la Avenida Casares con la calle Salguero, en la Capital Federal.
DÍA NACIONAL DEL PERRO
A partir de 1996, por pedido de la periodista y escritora Cora Cané y con el apoyo de sus lectores, se celebra todos los 2 de Junio el Día Nacional del Perro. 
PISTA DE ADIESTRAMIENTO DE CANES
El 2 de junio de 1998, luego del ingreso de la Fanfarria, el comisario Jorge Depresbitero, jefe de la División Perros, anunció la inauguración de la Pista de Adiestramiento de Canes, llamada desde entonces, “Chonino”. 
La Policía Federal, a través de la División Perros, rinde cada año su homenaje a este perro ejemplar
https://www.youtube.com/watch?v=alUuUYJh8b8
CREACIÓN DE LA SECCIÓN PERROS DE LA POLICÍA FEDERAL ARGENTINA - AÑO 1932
El 3 de agosto de 1932 se iniciaron los ensayos con animales cedidos por el Ministerio de Guerra con el fin de incorporar al perro de raza en la función policial. Esta iniciativa estuvo influenciada por las experiencias de este tipo en otras policías extranjeras.
La Dirección Nacional de Cinotecnia, puesta en marcha por el Ministerio de Seguridad de la Nación, coordina la planificación, el adiestramiento y la distribución de los canes entrenados para las cuatro fuerzas federales de seguridad: Policía Federal Argentina, Policía de Seguridad Aeroportuaria, Gendarmería Nacional y Prefectura Naval Argentina. También actúa en la formación y capacitación del personal de las mismas en esta materia.
A partir de ese momento, cuatro perros entrenados por un especialista alemán, comenzaron sus tareas junto a igual cantidad de agentes que se desempeñaban como guías. 
Luego pasaron a ser veintisiete los perros en actividad y lo que empezó como un ensayo, se impuso de inmediato para, de allí en más, colaborar con la seguridad de la comunidad.
Ya afianzada por completo, la función de los perros se extendió por la ciudad y varios agentes iniciaron recorridas nocturnas por los barrios más alejados de Buenos Aires, como Mataderos, Flores y Villa Devoto.
En 1933, la Sección Perros se asentó en el Cuerpo de Policía Montada y se determinaron las obligaciones de la misma, como así también la instrucción de los guías, las tareas de los veterinarios, la alimentación y reproducción de los perros y las razas que se utilizarían.
Entre las más importantes figuraron la Deutsche Schaferhunde (policía alemán), Airdale Terrier, Dobermann Pinscher y Policía Belga variedad Groenedale. Los animales, de acuerdo el entrenamiento, se clasificaron como de presa, compañia y rastreo. 
En esta época hubo un perro llamado Momo que se destaco en sus actividades y además de ser merecedor de varios premios por los torneos de destreza en los que participó, logró ocupar un lugar entre los grandes en el Museo Policial.
Después de comprobada la eficacia de las razas mencionadas, surgió la posibilidad de incorporar otras, específicamente para el rastreo de sangre. Así entraron a formar parte de la Sección el Pointer, Bretón español, Beagle y Labrador retriver. Al mismo tiempo, se incorporo al Dogo Argentino y al Rottweiler como perros de seguridad.
Con el tiempo, otra actividad comenzó a perfilarse entre los perros. Los detectores de drogas entrarían en vigencia para sus tareas específicas, solo que no se necesitó una raza determinada, sino una indefinida.
Grossocon Nick,en el acto por el 65º Aniversario de la fundación de la DivisiónPerros de la Policía Federal, cuando el can local recibióel premio Chonino
FUNCIONES OPERATIVAS EN CAPITAL FEDERAL E INTERIÓR DEL PAÍS.
La Sección Agrupación Perros no solo posee animales dentro de sus instalaciones, sino que muchos perros cumplen la función de patrullaje en varias comisarías de la ciudad. 
Además, gran cantidad de perros adiestrados para la detección de droga realizan operativos en distintas Delegaciones de la Policía Federal Argentina en el interior del país. Según su utilidad, los perros son distinguidos en:
De seguridad: Son utilizados en los servicios de calle para patrullajes de diferentes jurisdicciones, plazas, parques, espectáculos musicales y deportivos, allanamientos, etc... Se los clasifica en perros de presa y de compañía.
Un perro rastreador llamado "Corbata" fue pasado a retiro con honores por la Policía de Río Negro, luego de haber ayudado en el esclarecimiento de decenas de casos policiales en esa provincia y en otros puntos del país y el exterior, algunos de gran resonancia.
Detectores de droga: Estos son perros con un adiestramiento especial que los capacita para la detección de cualquier droga prohibida (marihuana, cocaína, heroína, hatchcís, etc..). 
Estos, contrariamente al famoso mito popular de que son drogados para su adiestramiento, adquieren su capacidad de rastreo de drogas mediante un método muy alejado de esta creencia errónea. 
Son entrenados para que puedan detectar diferentes componentes químicos que forman la droga, no el producto terminado, por ejemplo encuentran un componente de la cocaína, y no la cocaína en si.
De rastreo humano: Son perros adiestrados en forma intensiva que pueden llegar a realizar su trabajo bajo condiciones climáticas adversas, como así también en distancias extensas. Estos ayudan a esclarecer delitos y a encontrar personas extraviadas. 
Cumplen su labor a requerimientos de organismos policiales o judiciales. Muchos de ellos se destacaron en el interior del país, ya que colaboraron de manera exitosa en el esclarecimiento de homicidios en Neuquén, Río Negro, y Buenos Aires.
De exhibición: Son los perros que integran las filas de la Escuadra Fiel, un grupo de perros que realizan su labor en pos del acercamiento con la comunidad. Estos animales tienen un carácter muy particular ya que tras varias horas de adiestramiento específico, logran desarrollar destacadas habilidades en cada exhibición. 
Estas muestras son presenciadas en su mayoría por colegios y jardines de infantes (15000 chicos por año ven la destreza canina), pero también en hospitales, patronatos y servicios asistenciales, muchas personas han podido observar la habilidad de los perros de la Escuadra Fiel. 
Obtuvieron premios en las Olimpíadas de Canadá de 1997.
CARACTERISTICAS DEL PASTOR ALEMAN
Raza: Perro de Pastor Alemán
(Deutsche Schäferhund).
Tipo: Perro Pastor (conductor de rebaños).
Orígenes: Raza creada de diferentes cruzamientos de razas antiguas de pastores extinguidas en la actualidad.
Grupo FCI: I Perros de Pastor
Utilidad: Perro de guarda, defensa y utilidad.
APLICACIONES
(además de las correspondientes a su función de perro pastor)
Raza polivalente
Excelente guardián
Seguidor de rastros
Perro guía para invidentes
Perro policia
Antidroga
Antiexplosivos
Anticatástrofe
Localizador de personas perdidas en avalanchas y aludes de nieve
Resistencia al frio: Excelente
Resistencia al calor: Excelente
Adaptabilidad a situaciones adversas: Excelente
Convivencia en el hogar: Excelente
Tolerancia con extraños: (conocidos por el propietario) Excelente
Agresividad con extraños: (en caso de allanamiento de morada) Excelente
Capacidad de resolución/seguridad: Excelente
Reacción ante situaciones imprevisibles: Instantánea
Memoria: Extraordinaria
Olfato: Excelente
Equilibrio psicológico: Excelente
Conclusiones: Por todo lo expuesto, se trata de la raza canina más completa, razón por la cual es la "número uno" en la actualidad.
Homenajes
  • En el predio de la Policía Montada instalaron una estatua de bronce en su memoria.
  • La calle de acceso a la Sección Agrupación Perros, entre Salguero y la Avenida Carlos Casares, detrás del shopping Alcorta en la Capital Federal, lleva su nombre.
  • Desde 1996, a petición de la periodista y escritora Cora Cané y sus lectores, el 2 de junio se conmemora en Argentina el "Día Nacional del Perro".

ESTATUA DE BRONCE Y EN SU HONOR LA MUNICIPALIDAD DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES

La División Perros de la Policía Federal Argentina, rinde cada año un homenaje a Chonino y extensivamente a todos los perros de la fuerza.
Referencias
El libro «Buenos Aires, esa desconocida», de Jorge Óscar Canido Borges, cuenta la historia de Chonino.
Miguel Sibert, hermano del Suboficial Luis Alberto Sibert, aporta importantes datos y detalles del episodio para su real relato.
Cinotecnia: Es la ciencia encargada del estudio de la anatomía, comportamiento, la psicología, la fisiología, etc, de perros.
División Canes de la Policía Metropolitana

DIVISIÓN CANES DE LA POLICÍA METROPOLITANA


En el ‪#‎DíaDelPerro‬ compartimos una foto de Marineros de la Sección Canes con sus perros, en 1953. ‪#‎PrefecturaEsHistórica‬ ‪#‎PrefecturaEsBicentenaria‬

  
RESUMEN

DÍA DEL PERRO EN LA REPÚBLICA ARGENTINA, 02 de Junio. EN HONOR A CHONINO, PERRO OVEJERO ALEMÁN DE LA POLICÍA FEDERAL ARGENTINA

Chonino era un perro Ovejero Alemán de gran tamaño, nacido el 4 de abril de 1975. En diciembre de 1977 fue reclutado por la Policía Federal Argentina en la División Perros y luego de ser adiestrado como perro de seguridad, se lo catalogó como perro de presa; por lo que se lo reconocía apto para entrar en acción en situaciones donde peligrara la vida de sus conductores o terceros inocentes.
Chonino
Como perro de policía, cumple su primer servicio participando del operativo de seguridad en el partido inaugural del mundial de fútbol de 1978, realizado en Argentina, en el estadio de River Plate. 
El animal pertenece a la División Perros de la Policía Federal Argentina con asiento en la capital federal, a raíz de episodios de inseguridad de la época es asignado a patrullar como refuerzo la zona de la comisaría número 45 en el barrio de Devoto, de la capital Argentina a manos de su guía Luis Alberto Sibert apoyado por Jorge Ianni.
Chonino
El 2 de junio de 1983, realiza un patrullaje de rutina junto a su guía, el Suboficial Luis Sibert, en compañía del agente Jorge Ianni en la avenida Lastra y Generel Paz. Cerca de las 20 horas en una noche fría y bajo una fuerte lluvia, los oficiales se encuentran con dos sospechosos que merodean la zona sobre la calle Lastra cerca de un comercio que estaba por cerrar entre los autos estacionados. Al tratar de identificarlos, los malhechores comienzan a efectuar disparos, y los uniformados se traban en lucha con los mismos. 
Chonino
En el enfrentamiento, ambos oficiales resultan gravemente heridos, como también los delincuentes, alcanzados por las balas del Suboficial Sibert, aunque heridos de menor gravedad logran huir a la carrera hacia la avenida Gral. Paz. Durante la huida, Chonino, al ver herido a su guía y recibiendo la voz de ataque, corre y se abalanza sobre uno de sus agresores, lo ataca y logra desarmarlo, pero recibe un disparo en el pecho, efectuado por el otro delincuente, que le atraviesa todo el torso. 
El animal, agonizando, se arrastra con sus últimas fuerzas más de 100 metros hacia su guía que yacía gravemente herido en el suelo y muere sobre él, el Suboficial Luis Alberto Sibert, guía de Chonino, que se recuperaría y lograría salvar su vida luego de las graves heridas sufridas tras varias operaciones y de una larga convalecencia de 6 meses, gracias a pericia de los doctores del Hospital Churruca. Mientras que el oficial Jorge Ianni, moriría más tarde por las heridas recibidas.
Chonino
Tras el enfrentamiento, la policía constata que Chonino, ya muerto, aún apretaba entre sus mandíbulas un trozo de la campera del delincuente al que atacó: era el bolsillo de su gamulán y en su interior estaban los documentos que lo identificaban. Gracias a este acto heroico, los maleantes fueron detenidos 5 días después en la provincia de Buenos Aires, hacia donde habían huido.
Actualmente los restos de Chonino descansan en el Círculo de la Policía Federal Argentina y los de su guía, Luis Albert Sibert, fallecido 25 años después del episodio, el 13 de diciembre de 2007 en el Cementerio de la Chacarita.
Chonino
CHONINO

https://www.youtube.com/watch?v=gm71d7mkKpM



LA HISTORIA DEL PERRO FERNANDO (Verídica)
Fotografía: Perro Fernando, personaje de la ciudad de Resistencia (Chaco)
Fernando fue un conocido perro vagabundo que vivió en la ciudad de Resistencia, provincia del Chaco, Argentina, en la década de 1950 y principios de 1960.
✔️Se hizo conocido entre los habitantes de la ciudad por frecuentar bares y conciertos a los que concurrían músicos, artistas y políticos de la capital.1
✔️Murió el 28 de mayo de 1963 al ser atropellado por un auto en la plaza frente a Casa de Gobierno. Sus restos fueron enterrados en la vereda de El fogón de los arrieros, un museo de la ciudad.​ Allí puede leerse un epitafio que dice 
✴️«A Fernando, un perrito blanco que, errando por las calles de la ciudad, despertó en infinidad de corazones un hermoso sentimiento»
✔️Se dice que su entierro fue el más concurrido en la historia de la ciudad.2
✔️Después de su muerte, ha recibido muchos homenajes por parte de músicos y artistas, como por ejemplo la canción Callejero, que le dedicó Alberto Cortez (más tarde versionada por Attaque 77),34,​ dos esculturas en la ciudad: una sobre su tumba y una última de bronce frente a la Casa de Gobierno provincial.5
Escultura del perro Fernando en la vereda de la Casa de Gobierno
✔️Finalmente, en uno de los accesos a la ciudad, puede leerse en un cartel un saludo al viajero que reza: 
➡️«Bienvenido a Resistencia, ciudad de Fernando».
✔️Fue en algunos momentos mascota de un músico llamado Fernando Ortiz (de quien recibió el nombre), quien lo adoptó a corta edad y que lo llevó consigo a sus funciones y otros conciertos, lugares donde la gente empezó a tomarle cariño.
✔️Se comentaba que Fernando tenía buen oído para la música, y muchas veces la crítica del espectáculo al día siguiente dependía de las reacciones que había tenido el perro.
Fernando
Perro Fernando.jpg
Fernando, en una calle de Resistencia
Información personal
Nacimiento1949
Fallecimiento28 de mayo de 1963
Resistencia
UN MILAGRO DISFRAZADO DE PERRO
Fernando era un milagro disfrazado de perro no sólo porque tenía algo de sobrenatural sino también porque era demasiado humano para ser perro. Se le dio el título de “Perro Número Uno de Resistencia”, la prensa nacional e internacional se interesó por él y, para envidia de muchos mortales, ya en vida contaba con estatua propia. 15 de Noviembre, 2014
Incluso su muerte estuvo a la altura de su vida. Murió en la calle, como corresponde a un perro callejero, pero recibió un sepelio digno de un estadista.
Esta es una microhistoria de la vida de un sorprendente can callejero a quien hasta los hombres más poderosos del país de paso por la ciudad anhelaron conocer.
Inspiró canciones, poemas, libros, obras teatrales y esculturas. Sigue recibiendo homenajes como si fuera un augusto prócer del pasado, y en medio de centenares de esculturas que adornan las calles de Resistencia hay dos que están dedicadas a su memoria.
 Perro Fernando
REGALO DE DIOS
En la mañana del 24 de diciembre de 1951, apareció en Resistencia el cantante Fernando Ortiz.
Venía de Asunción, donde había cantado con éxito durante un año. Tenía contrato para hacer presentaciones en Buenos Aires, las cuales incluirían actuaciones en Radio El Mundo. Esta era para él solamente una ciudad de paso. Pero el destino (el destino existe y cada uno tiene el suyo) dispuso que se quedara para siempre en Resistencia y que sus huesos hoy reposen en su cementerio.
Una fuerte tormenta demoró la reanudación de su viaje a la gran capital. En esos tiempos en que las calles y rutas eran de tierra, varios días después de cada lluvia los vehículos seguían sin moverse. El cantante quedó varado en esta ciudad.
Los dueños de un bar llamado Los Bancos le ofrecieron habitación en el Hotel Colón, comida y dinero. Así que postergó su partida para quedarse a actuar esa Navidad y días subsiguientes en el mencionado lugar. Su especialidad eran los boleros, el jazz y la música romántica.
El referido perro-leyenda o, si se quiere, perro-misterio, apareció en la vida de Fernando Ortiz como por arte de magia en la Nochebuena del 24 de diciembre de 1951.
Perro Fernando
Estaba el artista en el citado bar Los Bancos con sus nuevos amigos, quienes lo habían invitado a pasar la fiesta con ellos. Sobrevino una tormenta y todo era viento y tierra. En la calle, en medio de la oscuridad, ese viento arrastraba arbustos, basuras y papeles, espectáculo que miraban desde dentro del local.
En determinado momento, el cantor le dijo al mozo del bar. “Me pareció ver pasar un perrito blanco, chiquito”. El otro le dijo que debió haber sido algodón. Minutos después llegaron Moisés Zaín y Tatalo Domínguez, miembros de su plantel de nuevos amigos, a invitar al cantante a cenar.
Zaín lo saludó, y le preguntó: ¿Qué regalo te trajo el Niño-Dios? Nada, le contestó el otro. ¿Cómo que nada? El regalo está ahí, a tus pies, le respondió.
El cantante miró hacia abajo. Ahí estaba, al lado suyo, acostado, un perrito blanco, lanudo. Efectivamente, había sido un perrito blanco lo que él había visto pasar en la calle, en medio de la tormenta, no un manojo de algodón. Había entrado a buscar refugio donde estaban ellos y, exhausto, se quedó allí, tendido.
Esa misma noche el artista lo llevó con él y juntos compartieron la habitación 41 del Hotel Colón. Después tuvo ya su propia pieza, una cucha preparada por Coco Lucas, dueño del hotel.
Desde esa noche de Navidad de 1951, no se separaron más, hasta el día que el de cuatro patas murió.
Perro Fernando, personaje de la ciudad de Resistencia (Chaco)
SU NOMBRE, FERNANDO
Lo bautizaron Fernando una noche en que cenaban en el restaurante El Viejo Almacén.
No le costó mucho tiempo empezar a ser más famoso que el cantante del mismo nombre y que todos sus bautizadores juntos. Infinidad de anécdotas, increíbles para las nuevas generaciones, se cuentan de él. Nada parecía imposible para ese animal dueño de una magia especial.
Su magia se sustentaba en que jamás se supo de dónde vino y en que todos lo admiraban, sin importar la edad o posición social que tuviesen. Cuando aparecía en algún restaurante nadie dudaba en darle lugar en la mesa. Fernando simplemente se sentaba y comía lo que se le diera.
Así llegó a ser uno de los más preciosos tesoros culturales de Resistencia. Tanto que en vida tenía su propia estatua, obra de Marchese, la misma que a su muerte colocaron sobre su tumba con este epitafio: “A Fernando: Un perrito blanco que errando por las calles de la ciudad despertó en infinidad de corazones un hermoso sentimiento”.
Hubo un tiempo cuando en toda la Argentina Resistencia era renombrada a través de dos referencias puntuales: el bar La Estrella y el ya mítico perro Fernando.
Crónica, Clarín y La Nación de Buenos Aires se ocuparon de él, al igual que la BBC de Londres y el New York Times. Ningún viajero pasaba de largo sin buscar conocerlo y fotografiarlo.
Cuando murió, vino un periodista extranjero a escribir sobre su vida. Llevó muchos testimonios y su artículo despertó el interés de millares de personas que vivían fuera de nuestras fronteras por conocer más detalles del perro- prodigio.
 Perro Fernando, personaje de la ciudad de Resistencia (Chaco)
Uno de los entrevistados recordó su extraño hábito de aparecer sorpresivamente en exposiciones, conciertos, conferencias, cumpleaños o bodas.
“Esta es la extraña historia de un perro que en Resistencia (Chaco) sabía actuar como un gran señor, digno en su pobreza, recto en sus intenciones, discreto amigo de hombres y mujeres, bondadoso con los niños”, escribió el corresponsal extranjero.
La gente de entonces relataba cosas sorprendentes de Fernando, como que diariamente desayunaba con el gerente del Banco Nación café con leche proveído por el bar Zan En. Un día estuvo al lado del entonces presidente Juan Domingo Perón en el balcón del Ministerio de Salud Pública. Siempre había una silla para él en el Club Social, donde un día también compartió una fiesta de gala con otro presidente de la Nación, el teniente general Aramburu.
Otros recordaron por muchos años lo sucedido una noche en el desaparecido Cine Sep en vísperas de una fiesta patria. Se trataba de una actuación del Coro Polifónico de Resistencia, y la sorpresiva aparición de Fernando.
Perro Fernando, personaje de la ciudad de Resistencia (Chaco)
A punto de comenzar la función, lo vieron subir al escenario. Moviendo incesantemente la cola fue saludando a los miembros del coro y a su directora, Yolanda Pereno de Elizondo. Después se acostó a un costado del escenario, desde donde siguió silenciosamente el espectáculo.
Al terminar la función, la gente aplaudió con gran entusiasmo. Fernando se levantó, fue hacia el centro del escenario y la gente, de pie, siguió aplaudiéndolo a él.
Muchos años después, algunos privilegiados testigos del episodio seguían recordando aquella fantástica noche.
Un gran señor, pero también perro
Actuaba como un gran señor, pero también se comportaba como lo que era: un perro
Perseguir gatos era su deporte favorito. A la madrugada, esperaba al cantante frente al bar Los Bancos o del Sorocavana, donde aquel a veces también actuaba. El artista sabía lo que su compañero quería decirle con su ladrido: que lo acompañara hasta el centro de la Plaza 25 de Mayo, siempre lleno de gatos por las noches.
Se divertía un buen rato desparramándolos por todos lados, y después iban a casa.
Una de esas madrugadas persiguió a un felino, que debió refugiarse en los depósitos de Casa Amarilla. Acorraló a su enemigo y el cantante debió levantar por el aire a Fernando, que tenía un olor a orina de gato que mataba. Le costó mucho trabajo y jabón al hombre sacarse de encima ese olor fuerte y penetrante.
Por cosas como estas, Fernando mostraba que también tenía su costado perruno.
Aunque acompañaba y vivía con el cantante, Fernando no era de Fernando Ortiz, sino de todos. No tenía un dueño determinado: era de todos y de nadie al mismo tiempo. Era un patrimonio cultural de todos y de cada uno de los habitantes de Resistencia.
Dos anécdotas vienen a pintar de cuerpo entero cómo todo el pueblo lo hizo suyo.
Se había enamorado de la perrita de un comerciante japonés con negocio en pleno centro. Dicho oriental cometió el sacrilegio de tirarle agua caliente, error que pagó caro.
La gente mató con la indiferencia al agresor. Como si existiese un acuerdo escrito entre todos, no fue más nadie a su local. El vacío social tendido en torno al japonés fue de tal magnitud que no le quedó más remedio que cerrar sus puertas.
En otra ocasión, corrió como un reguero de pólvora la novedad de que Fernando había sido capturado por la perrera municipal. De inmediato, una multitud persiguió a los perreros municipales para liberar al distinguido cautivo.
Fernando era de todos, y todos lo cuidaban.
 Perro Fernando, personaje de la ciudad de Resistencia (Chaco)
EL FINAL
La mañana del 28 de mayo de 1963, lo encontraron agonizando en la puerta del Banco Español.
Su muerte fue noticia nacional, porque hasta los diarios de Buenos Aires se hicieron eco de ello. 
Altas personalidades, delegaciones municipales y culturales, estudiantes y vecinos lo llevaron hasta su última morada, en la vereda del Fogón de los Arrieros.
Fue un día de honda y sincera tristeza para Resistencia, y la tarde en que lo sepultaron muchos locales comerciales cerraron sus puertas, en señal de duelo.
Varios oradores, entre ellos el intendente municipal, pronunciaron emocionados discursos ante sus restos. Hasta se le leyó un encendido poema.
 Perro Fernando, personaje de la ciudad de Resistencia (Chaco)
En ese momento Fernando empezó a convertirse en leyenda y a inspirar canciones, libros, obras de teatro y otra escultura que muchos años después fue emplazada frente a la Casa de Gobierno.
Fernando Ortiz no asistió al entierro. Su tristeza era muy grande. El poema recitado en su sepelio había sido compuesto a toda marcha por la poetisa Graciela Rossini Degani.
La poesía se titulaba Muere Fernando, y una de sus emotivas estrofas decía: “Todos por él lloramos y estamos de duelo. Por él, rey de nuestro pueblo, que vuelve a nacer frente a su bello retrato de piedra, esperando nuestra visita”.
Y una adolescente que había asistido al sepelio escribió una carta a una prima de Rosario para decirle: “Desearía que el día que me muera hubiese nada más que la cuarta parte de la gente que hubo ayer, y que esa cuarta parte me sintiera como lo sintieron a Fernando”.
CALLEJERO - ALBERTO CORTEZ

https://www.youtube.com/watch?v=wb9wUtAJ5es
FERNANDO, EL PERRO QUE VENCIÓ AL OLVIDO
Fernando fue un conocido perro vagabundo que vivió en la ciudad de Resistencia, provincia del Chaco, Argentina, en la década de 1950 y principios de 1960. Se hizo conocido entre los habitantes de la ciudad por frecuentar bares y conciertos a los que concurrían músicos, artistas y políticos de la capital.1 Murió el 28 de mayo de 1963 al ser atropellado por un auto en la plaza frente a Casa de Gobierno. Sus restos fueron enterrados en la vereda de El fogón de los arrieros, un museo de la ciudad. 2 Allí puede leerse un epitafio que dice «A Fernando, un perrito blanco que, errando por las calles de la ciudad, despertó en infinidad de corazones un hermoso sentimiento» 
Se dice que su entierro fue el más concurrido en la historia de la ciudad
Esta historia comenzó al despuntar la década del 50, un día que el recuerdo no ha registrado. En Resistencia, capital de la provincia del Chaco, apareció un forastero con una guitarra al hombro, y un perrito blanco que no se despegaba de su lado. El hombre entró a una humilde pensión, y con voz serena preguntó si ahí se podían hospedar él y su perro. El dueño, tras mirarlo de reojo, le respondió: 
-Si vos no cantás y el perro no ladra, pueden. 
Perro Fernando
Jornadas después, el artista ambulante del cansancio pasó al descanso eterno. El propietario de la pensión se quedó frío con un cadáver aún caliente. La Municipalidad dio sepultura al cantor desconocido. En tanto, el dueño y algún vecino, compasión en ristre, resolvieron quedarse con el perro. Vano intento. El perrito no se sometía a nadie y al instante tomó la ciudad como su casa. 
Poco a poco aquel valiente cuzquito de espíritu callejero, se fue adueñando del cariño de la gente. Sus andanzas y alegría calaron hondo, pues entregó su amistad a los niños y su compañía a los ancianos. Pero seguía siendo libre. De todos obtenía buen trato, y respeto por la libertad que demandaba. 
Mas, un aciago día, al perrito blanco lo atropelló un automóvil, y lo dejó a orillas de la muerte. Los niños quedaron estupefactos y doloridos. Ellos sabían que el perro necesitaba un doctor, y sólo conocían a Pipo Reggiardo (un médico que en la Plaza Belgrano, a veces jugaba un ratito a la pelota con ellos). Se lo llevaron. El doctor Reggiardo lo auxilió con presteza, y, al tratarse de un animal sin dueño, lo "internó" en su consultorio adentro de una caja de cartón. La entrega del médico y el preciso tratamiento, en pocos semanas consiguieron la total recuperación. 
El animalito volvió a la calle enarbolando su natural propensión a la amistad. Así, el simpático vagabundo, fue dejando tras de sí una estela de modestia, agradecimiento y saber estar. 
Sin embargo, no es posible interpretar la historia de este perrito, sin conocer a su amigo del alma: el cantante Fernando Ortiz. 
(Fragmentos de una larga entrevista concedida por el cantor unos años antes de su fallecimiento) 
Perro Fernando
-Lo conocí en el 51 en el Bar Los Bancos, junto a la plaza. Era un perrito blanco, chiquito, y tenía más o menos un año. Cuando lo vi lo comparé con un capullo de algodón. No lo llamé, pero él vino directamente a echarse a mis pies. Los mozos me preguntaron si molestaba. Les respondí que no. Se quedó a mi lado, y cuando salí me siguió hasta el Hotel Colón, donde yo vivía. A la mañana siguiente lo encontré debajo de mi cama. Como hacía calor y no cerraba la puerta, seguramente entró mientras dormía. Entonces lo bañé, le di de comer, y comenzó la amistad. 
-En el hotel, al principio, yo disimulaba su presencia. Hasta que Coco Lucas, el dueño, lo descubrió. Coco, conmovido por mi mirada y la mirada del perrito, en vez de echarlo le hizo colocar una cucha para que pudiera descansar. 
Perro Fernando
-Yo actuaba en Los Bancos con una orquesta, y cuando actuábamos, el perro se iba a echar detrás del piano. No se separaba de mí. A la salida, siempre me ladraba de manera especial. Yo sabía que era su forma de invitarme a la Plaza San Martín, donde cumplía una especie de rito: perseguir a los gatos. No los agredía. Jugaba corriéndolos. 
-En una oportunidad hubo una reunión de artistas. El perro se sentó junto a mí en la punta de la mesa. Los muchachos decidieron ponerle mi nombre. Él respondió bien al nombre de Fernando y jugó con todos ellos. En la amistad era como los humanos. A mí me parecía un ser humano vestido de perro. 
-A Fernando le gustaban mucho los picantes y el azúcar, y eso no podía ser bueno para un perro. Como era blanco se ensuciaba mucho, y en cualquier casa lo bañaban. Hasta tres o cuatro veces por semana. Y eso tampoco podía ser bueno para un perro. 
-Una noche que hacía mucho frío se me ocurrió darle grappa con azúcar. Al principio no le gustó, pero al rato, empezó a pedir más. Cuando nos fuimos, le costó bajar de la silla, y caminaba de costado, borracho. 
Perro Fernando
-De vez en cuando visitábamos a un gran amigo; el pintor René Brusseau. Fernando se hizo muy amigo de René. Otro de sus amigos fue el escultor, Víctor Marchese. Con Juan de Dios Mena, iba al Fogón de los Arrieros. En el Fogón, lo aceptaron y lo hicieron socio de la institución. Allí destacó como crítico musical. Su mayor virtud era su oído. Como nadie captaba la belleza de los sonidos. 
-Para él lo fundamental era la noche. Recorría el Bar Sorocabana, el Bar Los Bancos y el Club Social. Y si oía música se acercaba. La música le encantaba. Pero si no le gustaba algún artista se iba. Y la gente lo seguía. 
-No se perdía ninguna fiesta. En los conciertos se colaba y se iba a echar cerca de la orquesta, o del solista. Cuando meneaba la cola aprobaba la actuación, pero ante las pifias gruñía, y a veces aullaba. Él nunca fallaba. Y los músicos admitían haber metido la pata en el punto indicado por el perro. Era un crítico riguroso. Y ninguno se atrevía a pedir que lo pusieran de patitas en la calle, porque la gente se fiaba de su oído. 
-Recuerdo que el maestro, Hermes Peresini, eximio violinista, sabía ponerlo a prueba. Tocaba un fragmento de la Czardas, de Monti, y en algún momento colocaba mal alguna nota. Fernando respondía dando un salto y se ponía a gruñir, mientras el maestro se reía. El perro tenía un oído musical muy desarrollado. Quizás esa fue la herencia que le dejó el artista que lo trajo a Resistencia. 
Perro Fernando
Como perro que era, Fernando se ceñía a su código de costumbres: pernoctaba en la recepción del Hotel Colón (en ocasiones en El Viejo Rincón), a primera hora de la mañana entraba con los empleados al Banco de la Nación, y se dirigía al despacho del gerente, donde éste le hacía servir el desayuno: café con leche y medialunas. Después iba a visitar la peluquería de al lado del Bar Japonés. A continuación, dormía un rato en el Sorocabana sin que nadie lo molestara. Almorzaba en El Madrileño (junto al Sorocabana). En casa del doctor Reggiardo hacía la siesta (un ladrido y un arañazo a la puerta era la contraseña para entrar). Y tras la siesta cruzaba a la Plaza 25 de Mayo, a divertirse hostigando a los gatos. Al atardecer corría al Bar La Estrella, a merendar lo que le daban los dueños y la clientela. 
En La Estrella, le ocurrió un desagradable episodio cierta vez que un "chistoso", pasado de vinos, le pegó una patada. A su aullido de dolor replicó, Alberto Rulli (cantor y dibujante), increpando fieramente al agresor. Y atrás de Rulli, llegó Deolindo Bittel (el que fuera dos veces gobernador de la provincia), a quien hubo que frenar para que no la emprendiera a golpes. La trifulca se saldó con la expulsión del tipejo, y con Fernando comiendo maníes bajo una mesa. 
No obstante, fue en el Bar Japonés vivió su más dura experiencia. Fernando habíase enamorado de una perrita del vecindario. Un día copularon quedándose abotonados en la puerta del bar. Los presentes los espantaban, y, al no conseguir que se desengancharan, alguien les arrojó agua hirviendo, que Fernando recibió de lleno en el lomo, en tanto otro le asestó una cuchillada en un costado. 
Envuelto en sangre lo transportaron al Club Social, donde el doctor Reggiardo lo atendió de urgencia. Después, fue alojado en el Club Progreso. Lo cuidaron con dedicación y ternura. Cual respuesta a la cruel agresión, el amor de la gente hacia su perrito salió a la superficie: a toda hora niños y mayores se aproximaron al club, ansiosos de conocer la evolución curativa del animal. De este modo quedó bien claro, que tenía muchos amigos pero ningún dueño. 
Perro Fernando
Fernando volvió a callejear por la ciudad. No hubo evento artístico o social que no contara con su asistencia. Todo le atraía: fiestas, tertulias, conciertos, espectáculos, bailes populares, y él, sirviéndose de su don para hacerse querer, recalaba en cualquier reunión. 
Con su presencia alegró bodas y cumpleaños, y fue motivo de orgullo para aquellos que lo recibían en sus casas. 
En los velorios pasaba otro tanto; si asistía era un honor, pero si no aparecía derivaba en desdoro para el fallecido y sus familiares. 
En las exposiciones pictóricas, los organizadores temblaban al verlo entrar. Si Fernando recorría la sala y luego se echaba en un rincón, todos contentos. Mas, si se marchaba, el pintor ya podía descolgar sus cuadros. 
ALGUNAS DE LAS ANÉCDOTAS QUE LO LLEVARON AL BRONCE
En 1954 (y en un momento de alarma social, pues habíanse producido muertes de niños por mordeduras de perros), la vacuna antirrábica llegó al Chaco. Se estableció la obligatoriedad de vacunar a todos los canes. En la Municipalidad se llevó a cabo el cometido, y a la Municipalidad acudió Fernando sin que nadie lo llevara. Por propia voluntad dejó que el doctor Andreu lo inmunizara. Tal actitud, impropia en un animal, obtuvo su justo premio: le concedieron la patente número uno, y lo nombraron "Primer perro civilizado de Resistencia".
Sin embargo, la patente número uno ni el título de "Perro civilizado", lo libraron de un aciago incidente. Una mañana, los hombres de la perrera lo cazaron, y medio dormido lo introdujeron en la jaula del camión. Mas, la providencial intervención de Tatalo Dominguez (campeón chaqueño y argentino de boxeo) y de Moisés Zaín (promotor de espectáculos artísticos y deportivos) trastocó las cosas, porque además de reprender a los perreros, instaron a otras personas a unirse a la protesta. Se armó un alboroto. Hasta que una mano anónima abrió la puerta de la jaula. Entre los aplausos y las risas de la gente, Fernando, como un balazo se metió en el Sorocabana seguido por el resto de perros capturados. 
Perro Fernando
En el Bar La Estrella, una noche de invierno oíase una audición de tangos, que el bullicio y la humareda no invitaban a escuchar. O al menos eso pensó uno de los dueños del bar, ya que apagó la radio. Al instante retumbaron los ladridos de Fernando. Se hizo un breve silencio. Conectaron nuevamente el receptor. El perro se calló y se tumbó junto al mostrador a deleitarse con la música. 
Una mañana muy temprano, la Plaza 25 de Mayo tembló con los ladridos de Fernando. Los taxistas que estaban en la parada acudieron a ver qué ocurría, y encontraron un señor mayor tirado en el suelo. Uno de los taxistas, hábil en primeros auxilios, le practicó ejercicios de reanimación. Luego, en uno de los taxis llevaron al anciano al Hospital Perrando. A Fernando le impidieron el paso, mas él quedó merodeando. Los taxistas regresaron contentos; el señor, que había sufrido un infarto, se salvó. 
Aún se recuerda su "colaboración" con el Coro Polifónico de Resistencia (galardonado dos veces en certámenes internacionales en Italia: Arezzo-1968, y Pescara-1974). Ocurrió en el Teatro Sep. Iba a dar comienzo la función y Fernando subió al escenario. Miró uno a uno a los cantantes, y luego de agitar la cola ante la mítica directora, Yolanda de Elizondo, fue a tenderse al lado de la candileja. La señora de Elizondo captó el mensaje de anuencia e inició la actuación. 
Durante una representación teatral, y en el momento que la protagonista era acosada por un hombre-lobo, Fernando entró en escena y lamió la cara de la actriz, Delma Ricci, tal si le dijera: 
-No tengás miedo, aquí estoy. 
En ese punto concluyó la obra. El perrito conoció el aplauso. 
Perro Fernando
Cuenta el periodista y escritor chaqueño, Mempo Giardinelli: 
-El 57 o el 58, visitó Resistencia un famosísimo pianista polaco apellidado, Pederewsky, y ofreció un único concierto en el Teatro Sep, y por supuesto mis padres me llevaron. La sala estaba repleta, y Fernando se acomodó bajo el piano de cola (los organizadores siempre explicaban a los músicos visitantes de la ineludible presencia del cuzquito). Y a la vista de cientos de personas, se diría que Pederewsky y Fernando comenzaron el concierto. Nunca alvidaré la impresión de aquel público, cuando en medio de una sonata de Beethoven, Fernando se puso de pie alzando las orejas y soltó un gruñido. Pareció que el mundo se detenía, pero Pederewsky, todo un profesional, siguió como si nada. Hacia el final nuevamente el perrito sacudió las orejas y miró fijo al pianista, como diciéndole: 
-Oiga, la está pifiando. 
Entonces, Pederewsky, con europea elegancia,detuvo las manos, miró al perrito y le dijo en duro castellano: 
-Tiene razón, equivoqué dos veces. 
Hizo un da capo y repitió la sonata, que le salió perfecta. El concierto acabó con una ovación, un par de bis, y el discreto mutis de Fernando. 
(A la siguiente anécdota, mucho tiempo se la consideró otra versión de la anterior. Hasta que, Miguel Devoto -un marxista que en aquellos años se atrevía a decirlo-, lo aclaró pues él fue testigo presencial) 
El Perro Fernando y su cafe con leche, 2013. Óleo con espátula sobre tela.
Un afamado violinista europeo, en tournée por el noreste del país, se presentó en el Teatro Sep. Fernando asentó su alba figura entre la primera fila y el escenario. El concertista tocaba con dulzura, y el perro, como buen melómano, disfrutaba con la música. De pronto abrió los ojos, levantó las orejas y lanzó un aullido. El músico había errado unas notas y el animal lo percibió. El hombre, contrariado, interrumpió la actuación, abandonó el escenario, y entre bambalinas exigió la inmediata evacuación del perro. La respuesta, muy a la chaqueña, fue tajante: 
-Fernando sabe lo que hace -le dijo uno de los responsables. 
-Así que, tocás bien o el que se va sos vos -agregó otro. 
Agonizaba la década del 50, y a fin de inaugurar unas obras visitó Resistencia el presidente del país, general Aramburu (militar golpista). En el Club Social se organizó un acto. Comparecieron el presidente y las autoridades provinciales. Aramburu ocupó la cabecera de la mesa, y a su derecha se sentó el gobernador. De repente, sobre el alfombrado apareció Fernando. Su irrupción provocó estupor, murmullos y risas. Entonces, ante la confusa mirada de Aramburu y su séquito, el gobernador se puso de pie, y tal si presentara un embajador en el Vaticano, dijo en voz alta: 
-Señor presidente, el perro Fernando. 
Fernando miró a todos y se retiró. Él no comulgaba con el poder. 
Perro Fernando 
René Brusseau (prestigioso artista plástico) y Fernando, establecieron una agradable relación de amistad. Muchas veces el perro le hacía compañía en su estudio mientras él pintaba. Mas, una tarde del año 1956, Fernando salió a la calle poseído de una repentina urgencia. Sus ladridos y movimientos extrañaron a la gente. Comprendiendo que algo pasaba, varias personas entraron al estudio, y encontraron tirado en el suelo el cuerpo sin vida del pintor. Su mano izquierda aún sujetaba la paleta. 
Se ignora cómo, pero Fernando supo que René iba a ser velado en el Fogón de los Arrieros. Cuando el vehículo fúnebre llegó con el cuerpo, el perro estaba esperando. Pasó la noche junto al ataúd del amigo. Al otro día acompañó el cortejo. Tras el entierro, todos abandonaron el cementerio. Pero, Fernando no; él se quedó un rato más. 
Los perros abrazan una vida breve, y Fernando no podía escapar a ese designio. Lamañana del 28 de Mayo de 1963, Chacho Escalante (taxista amigo de artistas y bohemios), el que tantas veces lo llevó a los bailes donde actuaba, Fernando Ortiz, lo halló agonizando delante del Banco Español. A las pocas horas Fernando se marchaba de la vida, dejando su ejemplo de soledad y amistad. Al conocer su muerte, Resistencia se hundió en la tristeza. El amado perrito se había ido, aflorando en los pechos la más tiernas palpitaciones. 
Su funeral detuvo la ciudad. El pueblo, enternecido, lloraba su pérdida. Lo sepultaron en la puerta del Fogón de los Arrieros (institución de la que era socio de honor). Fue una ceremonia solemne. Una compacta multitud cubrió la calle, para darle un sentido adiós al perrito más querido. Algunos comercios bajaron sus persianas. Las viviendas vestían crespones en sus frentes. La Banda Municipal ejecutó una marcha fúnebre. Las campanas de la Catedral tocaron a muerto. Los poetas desgranaron versos por él. Los artistas, compungidos, se encerraron en el silencio. Después, la vida continuó. Fernando ya formaba parte de la historia de Resistencia. 
Perro Fernando
En su tumba, la gente del Fogón de los Arrieros puso una escultura y una placa recordatoria con esta leyenda: 
"A Fernando, un perrito blanco que errando por las calles de la ciudad despertó en infinidad de corazones un hermoso sentimiento". 
A su vez, el escultor, Víctor Marchese, lo inmortalizó en una estatua de bronce (instalada en una esquina de la Casa de Gobierno). Al acto de inauguración acudió el gobernador de la provincia. 
Transcurrido un tiempo, Víctor Marchese explicó porqué la escultura está situada de espalda a la Casa de Gobierno: 
-Fernando era un libertario. Nunca se sometió a ningún poder. Por eso nadie lo vio entrar a una iglesia ni a ninguna comisaría. Estar de espalda al poder refleja su verdadero espíritu.
Al derivar en bronce, la BBC de Londres homenajeó a Fernando, emitiendo una crónica del periodista Arturo Barea. 
Se publicó un libro: "Fernando, un perro de verdad", de Hugo Ditaranto, traducido al italiano, griego y ruso. 
El notable cantaautor, Alberto Cortés, en su canción Callejero, lo hizo poesía y lo hizo música: 
Era un callejero con el sol a cuestas, 
fiel a su destino y a su parecer. 
Sin tener horario para hacer la siesta 
ni rendirle cuentas al amanecer. 
Perro Fernando


Notas y referencias
  1. Volver arriba↑ Mempo Giardinelli (24 de diciembre de 2003). Página 12, ed. «Un cuento de Navidad: El Perro Fernando». Consultado el 6 de enero de 2008.
  2. Volver arriba↑ «Fernando.». perrosfamosos.com. Consultado el 6 de enero de 2008.
  3. Volver arriba↑ «Mis canciones». Albertocortez.com. Consultado el 6 de enero de 2008.
  4. Volver arriba↑ Es discutible que Fernando sea el destinatario de la canción Callejero. El mismo Alberto Cortez aclara en su libro "Equipaje" que la misma fue dedicada a Palomo, un perro de Madrid.
  5. Volver arriba↑ «Casa de Gobierno y "el Perro Fernando"». argentinaviajera.com. Consultado el 6 de enero de 2008.
Carlos Martian, libro Monumento al Perro,2017, Edit. Eloisa Cartonera «Celebraciones:El Perro Fernando».
Fuente:
http://es.wikipedia.org/wiki/Chonino
http://www.cinofilia-sud.com.ar/eventos/6Creacion%20de%20la%20Seccion%20.php
http://www.dogrun.com.ar/perros_duenos/responsables/perros_atletas_responsables_en_las_fierzas.html
http://www.prensa.argentina.ar/2013/10/05/44749-intenso-entrenamiento-a-perros-de-las-fuerzas-nacionales-de-seguridad.php
http://www.diarionorte.com/article/114683/un-milagro-disfrazado-de-perro
https://www.taringa.net/posts/mascotas/19657049/Fernando-el-perro-que-vencio-al-olvido-Chaco-arg.html

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