"Mi amigo no ha regresado del Campo de Batalla, Señor. Solicito permiso para ir a buscarlo" dijo un soldado a su Teniente.
"Permiso denegado", replicó el oficial, "No quiero que arriesgue usted su vida por un hombre que probablemente ha muerto".
El soldado, no haciendo caso a la prohibición, salió y una hora mas tarde regresó mortalmente herido, transportando el cadáver de su amigo.
El oficial estaba furioso : "¡Ya le dije yo que había muerto!.
Dígame: ¿Merecía la pena ir allá para traer un cadáver?"
El soldado, moribundo, respondió:
"¡Claro que si, mi Teniente!. Cuando lo encontré, todavía estaba vivo y pudo decirme:
¡Estaba seguro que vendrías!"
https://www.youtube.com/watch?v=aonpIp1M-7M
Eclesiástico 6,14
El amigo fiel es seguro refugio, el que le encuentra, ha encontrado un tesoro.
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