Mercedes Tomasa de San Martín y Escalada
El 28 de febrero de 1875, Mercedes Tomasa falleció en París a los 59 años de edad. Su esposo Mariano Balcarce murió en 1885 y su hija menor Josefa Dominga en 1924.
Sus restos, con los de su marido y María Mercedes, descansan desde 1951 en un mausoleo que hay en la Basílica de San Francisco, en la esquina de Necochea y España de Ciudad de Mendoza. Niñita rebelde en la infancia , hija ejemplar en la adultez ... Mercedes fue el desvelo del General y la mayor razón de su existencia.
RESUMEN - MERCEDES TOMASA DE SAN MARTÍN Y ESCALADA
Mercedes Tomasa, hija única de don José de San Martín y Remedios de Escalada, nació en Mendoza el 24 de agosto de 1816, precisamente en la calle Corrientes, hogar que desde 1814 habitaba el matrimonio de San Martín y Escalada y que pertenecía a la familia Álvarez.
Su única hija supo comprenderlo y cuidarlo con autentico cariño .Hasta su último suspiro estuvo a su lado, velando en sus enfermedades y ayudándolo a vivir una vejez tranquila y digna, tal como él se merecía. Las máximas que en su momento San Martín escribiera para su pequeña hija y que aplicara en su educación tuvieron finalmente los frutos esperados.
Mercedes Tomasa de San Martín y Escalada
(Mendoza, 24 de agosto de 1816 – Brunoy, 28 de febrero de 1875) fue la hija del general José de San Martín y de María de los Remedios de Escalada.
Los primeros años de vida de Mercedes fueron realmente intensos, el viaje a Buenos Aires cuando tenía poco más de cuatro meses, la enfermedad de su madre Remedios, la ausencia de San Martín por las misiones que éste emprendía —que entonces consistían en la liberación de Perú y Chile—, hicieron que Mercedes se desarrollara en ambiente agitado pero al mismo tiempo contenido y lleno de cuidados y cariño.
Mercedes Tomasa de San Martín y Escalada
(Mendoza, 24 de agosto de 1816 – Brunoy, 28 de febrero de 1875) fue la hija del general José de San Martín y de María de los Remedios de Escalada.
Entre sus seis y siete años, su madre Remedios enfermó y murió el 3 de agosto de 1823. Su vida, desde ese momento desamparada del abrigo del calor antes otorgado por el cuidado y atención de su madre, quedó al cuidado de su abuela hasta que su padre terminara con las misiones independentistas y pudiera, por fin, regresar a Buenos Aires y darle el acompañamiento, protección y educación necesaria.
General San Martín, con su hija Mercedes
En 1824, Mercedes y San Martín viajaron a Europa donde «la infanta mendocina», como la solía llamar su padre, recibió una educación de primera calidad, en la que se destacó en pintura y música.
Mercedes Tomasa de San Martín y Escalada
(Mendoza, 24 de agosto de 1816 – Brunoy, 28 de febrero de 1875) fue la hija del general José de San Martín y de María de los Remedios de Escalada.
En 1831, tanto ella como su padre se enfermaron de cólera en Francia. Sin embargo, al parecer no todo era infortunio para padre e hija. El médico Mariano Balcarce fue quien los atendió en esta enfermedad y quien también prestó especial atención a Mercedes, con quien terminaría por casarse al año siguiente, el 13 de septiembre de 1832, y consagraría uno de los momentos más felices para la acotada familia integrada para entonces sólo por el Gral. don José de San Martín y Mercedes.
Mercedes Tomasa: hija modelo de un padre ejemplar
Para San Martín, explican los historiadores, el casamiento de Mercedes con Balcarce fue un acontecimiento lleno de algarabía, un momento en que San Martín sintió el logro del esfuerzo hecho por su hija Mercedes, por quien pasaba gran parte, sino toda, de su vida.
José de San Martín y Remedios de Escalada
Del matrimonio de Mercedes y Balcarce nacieron María Mercedes y Josefa Dominga. En 1859 compraron una casa en Brunoy, cerca de París. Sin embargo, la desventura todavía contaba con margen para rozar la vida de Mercedes y en 1860 la enfrentó con la muerte de su hija mayor, María Mercedes, de 26 años, a quien dieron sepultura en una bóveda en la misma villa donde vivían.
El abuelo inmortal
Óleo, por Edelmiro Lescano Ceballos
El cuadro muestra al general San Martín, en su gloriosa ancianidad, paseando por el muelle del puerto de Boulogne Sur-Mer (Francia), con su hija Mercedes y su yerno Mariano Balcarce
Su otra hija, Josefa Dominga, tendría todavía mucha vida por delante, una personalidad se distinguió en ella, caracterizada por la solidaridad y perpetuo respeto y glorificación de su abuelo. Mercedes murió en febrero de 1875, también en Brunoy. En 1951, sus restos, junto con los de Balcarce y su hija mayor, fueron repatriados y hoy descansan en la Basílica de San Francisco.
La Alameda de Mendoza - Argentina
CÓMO ERA LA VIDA DE SAN MARTÍN CON SU HIJA
La relación que mantuvieron el General y su hija Mercedes se caracterizó por el cariño y el respeto. Las máximas que él escribió fueron una guía para la formación de la niña.
Estuvieron unidos a través de una relación signada por el cariño y el respeto. Más allá de las batallas y de las enfermedades, José Francisco de San Martín y su hija Mercedes Tomasa permanecieron cerca, aunque distara entre ellos cientos de kilómetros.
Retrato de José de San Martín a los 34 años de edad.
Realizado por Pablo C. Duckos Hicken (1962).
La siempre agitada tarea del General no fue excusa para desentenderse de la educación de su única hija. Si bien se preocupó por formar a una “tierna madre y buena esposa”, no se olvidó de estudiar en detalle qué conocimiento se le impartía a la niña.
Exigente y meticuloso, San Martín inscribió a Mercedes en el colegio Hampstead College, un prestigioso pensionado para señoritas ubicado en Londres. Corría el mes de mayo de 1824 y la niña ya estaba instalada en el colegio.
Casamiento de José de San Martín y Remedios de Escalada
Y no fue una casualidad que decidiera darle a su hija este tipo de educación. Es que ella había quedado al cuidado de su abuela materna, después de que su madre falleciera el 3 de agosto de 1823, y los exagerados cuidados la habían transformado en una niña excesivamente caprichosa. El colegio inglés logró modificar esto.
“Esta amable Señora con el excesivo cariño que le tenía me la había resabiado (como dicen los paisanos) en términos que era un diablotín. La mutación que se ha experimentado en su carácter es tan marcada como el que se ha experimentado en su figura”, rescató de una de las cartas que escribió el Libertador, Exequiel Ortega, del Instituto Nacional Sanmartiniano, y lo publicó en el texto San Martín, Educador, de 1986.
SAN MARTIN NIÑO
Es más, son conocidos por los historiadores los retos que San Martín le impartía a la niña, incluso tener que mantenerse en su camarote por un largo rato.
“No hay que olvidarse que él tenía una formación totalmente militar, comienza a los 11 años (en 1789) incorporándose al cuartel de Málaga, al Regimiento de Infantería de Murcia, como cadete. Indudablemente que eso influye en forma directa sobre la educación de su hija”, explicó la profesora de Historia Ana Castro, que es miembro de la Junta de Estudios Históricos y de la Asociación Sanmartiniana de Mendoza.
SAN MARTÍN Y SUS NIETAS. Grupo en bronce, obra del escultor Ángel Ybarra García.
LA GACETA / ARCHIVO.-
MAS QUE BUENOS MODALES
Así, San Martín quiso desde un principio que su hija fuese educada teniendo en cuenta la misión social, por eso redactó unas máximas que sirvieron de guía (ver aparte).
“La educación que Mercedes ha recibido bajo mi vista no ha tenido por objeto formar en ella lo que se llama una dama de gran tono, pero sí el de ser una tierna madre y buena esposa (...)”, se pudo leer en otra carta del General, que se publicó en el texto Historia del Libertador Don José de San Martín, de José Pacífico Otero, publicado en 1949.
El Libertador no se cansaba de repetir que “sin educación no hay sociedad”, y este concepto se lo transmitió a su hija durante toda su vida.
“Siempre le dio el ejemplo, incluso a través de la cantidad de libros que eran de su pertenencia. Textos de artillería, infantería y caballería poblaron su biblioteca. Sólo de historia tenía 250 libros y 63 volúmenes relacionados a temáticas militares”, recordó Castro.
Además, no faltaron las enciclopedias, las obras de Geografía, Derecho, Literatura, Bellas Artes y Agricultura en sus estantes.
“A esto hay que sumarle que recibió la formación práctica de la guerra, porque tuvo que combatir en distintos terrenos. También conoció la táctica inglesa y la napoleónica y por eso trae todo un bagaje de conocimientos militares, fue un militar de carrera”, recordó la historiadora.
La educación que recibió Mercedes fue la que también le transmitió a sus dos hijas, María Mercedes y Josefa Dominga Balcarce.
Mercedes vivió con su abuela materna cuando su papá decidió marcharse a Francia y consideró que dejarla en Buenos Aires, sería una malcriada y consentida.“¡Qué diablos!, la chicuela era muy voluntariosa e insubordinada, ya se ve, como educada por la abuela”.
BIOGRAFÍA
Nacimiento. José Francisco de San Martín nació el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú, Corrientes.
La milicia. El 21 de julio de 1789, a los 11 años de edad, se incorporó como cadete en el cuartel de Málaga, al Regimiento de Infantería de Murcia.
Nacimiento de su hija. Fruto de su matrimonio con Remedio de Escalada, la niña nació 24 de agosto de 1816. Nace Mercedes Tomasa de San Martín en la ciudad de Mendoza.
Fallecimiento. El 17 de agosto de 1850 en Francia.
La obra, realizada en bronce por el ingeniero y escultor Angel Eusebio Ibarra García (1892 -1972) está, desde el 11 de diciembre de 1951, en la rotonda de la avenida Mariscal Castilla y la calle Alejandro Aguado, en el barrio de Palermo.
LAS MÁXIMAS
EN SU TRANQUILO RETIRO BELGA, EN 1825, SAN MARTÍN ESCRIBE LAS DOCE MÁXIMAS RELATIVAS A LA EDUCACIÓN DE SU HIJA. SU INTENCIÓN FUE QUE SIRVIERAN DE GUÍA PARA LA FORMACIÓN DE SU “INFANTA MENDOCINA”.
1. Humanizar el carácter y hacerlo sensible aún con los insectos que no perjudican. Stern ha dicho a una mosca, abriéndole la ventana para que saliese: “Anda, pobre animal, el mundo es demasiado grande para nosotros dos”.
2. Inspirarle amor a la verdad y odio a la mentira.
3. Inspirarle una gran confianza y amistad, pero uniendo el respeto.
4. Estimular en Mercedes la caridad con los pobres.
5. Respeto sobre la propiedad ajena.
6. Acostumbrarla a guardar un secreto.
7. Inspirarle sentimientos de indulgencia hacia todas las religiones.
8. Dulzura con los criados, pobres y viejos.
9. Que hable poco y lo preciso.
10. Acostumbrarla a estar formal en la mesa.
11. Amor al aseo y desprecio al lujo.
12. Inspirarle amor por la Patria y por la libertad.
“El sueño de San Martín” óleo de Sofía Posadas (Buenos Aires 1900).
TESTIMONIOS
En sus obras, el historiador Felipe Pigna describe la vida de San Martín desde diferentes ángulos. Sobre cómo era físicamente, señala:
Así lo describe el oficial sueco Jean Adam Graaner, quien lo conoció en Mendoza, en 1816:
“Es hombre de estatura mediana, no muy fuerte, especialmente la parte inferior del cuerpo, que es más bien débil que robusta. El color del cutis algo moreno con facciones acentuadas y bien formadas. El óvalo de la cara alargado, los ojos grandes, de color castaño, fuertes y penetrantes como nunca he visto. Su peinado, como su manera de ser general, se caracterizan por su sencillez”.
Y así lo vio Alberdi en 1843:
“Yo lo esperaba más alto y no es sino un poco más alto que los hombres de mediana estatura. Yo le creía indio, como tantas veces me lo habían pintado; y no es más que un hombre de color moreno. Yo le suponía grueso y, sin embargo, me ha parecido más bien delgado. Yo había oído que su salud padecía mucho, pero quedé sorprendido al verle más joven y más ágil que todos cuantos generales de la guerra de nuestra Independencia he conocido. La nariz es larga y aguileña, la boca pequeña y ricamente dentada, es graciosa cuando sonríe”.
El general Espejo, quien convivió durante largos años junto al General San Martín, relata así esa particularidad del Libertador:
“...su mirada era vivísima, que al parecer simbolizaba la verdadera expresión de su alma y la electricidad de su naturaleza; ni un solo momento estaban quietos aquellos ojos; era una vibración continua la de aquella vista de águila; recorría cuanto le rodeaba con la velocidad del rayo, y hacía un rápido examen de las personas sin que se le escaparan aun los pormenores más menudos”.
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EL PADRE LA EDUCÓ CON RIGOR Y SE CONVERTIRÍA EN SU INSEPARABLE COMPAÑERA.
Mercedes San Martín de Balcarce, la única hija del Libertador y de su esposa, doña Remedios de Escalada. La fecha exacta de su nacimiento, ocurrido en Mendoza, es polémica. El 24 de agosto es la oficial para los mendocinos; pero otros sostienen que nació el 23 de ese mes, otros el 31, y hay quienes la llevan mucho más atrás, al 24 de febrero, aunque siempre en 1816. Doña Josefa Álvarez de Delgado y el tucumano José Antonio Álvarez de Condarco fueron los padrinos de esta “infanta mendocina”, como la llamó su ilustre padre en carta al general Tomás Guido. El nombre completo de la niña era Mercedes Tomasa.
José de San Martín y Remedios de Escalada
RUMBO A EUROPA
Es sabido que San Martín se retira de la vida pública en 1822. Es el año de la entrevista con Simón Bolívar en Guayaquil, tras la cual instala el primer Congreso del Perú, renuncia al Protectorado y se embarca para Chile, donde permanecerá hasta enero de 1823. Pasa entonces a su chacra de Mendoza y allí se queda hasta noviembre. Entretanto, el 3 de agosto, había fallecido en Buenos Aires su esposa Remedios.
Va concluyendo 1823, cuando San Martín llega a la capital argentina para una estadía de poco más de dos meses. Ya tiene tomada la decisión de alejarse del país, llevándose a su hija Mercedes. Se embarca con ella en “Le Bayonnais”. Van a Gran Bretaña por un tiempo, y a fines de 1824 padre e hija se instalan en Bruselas.
Sin duda la relación entre San Martín y Mercedes es difícil al comienzo. Se han visto tan poco en los años anteriores, que prácticamente son dos desconocidos, y la niña ha adquirido todas las mañas que fomentaba la cariñosa crianza de los abuelos. En el viaje tuvieron algunos choques, y el padre no titubeó en ponerla en penitencia, encerrada en el camarote.
Mariano Severo Balcarce (Buenos Aires, 8 de noviembre de 1807 – Brunoy, 20 de febrero de 1885),1 fue un diplomático y médico argentino, quien se casó con Mercedes Tomasa de San Martín y Escalada, hija del libertador de América, José de San Martín.
LA TRANSFORMACIÓN
De llegada a Europa, el general encara resueltamente la educación de la niña. Durante su permanencia en Inglaterra la inscribe en un colegio, y en Bruselas la coloca de pupila en otro. Los sábados es el único día libre: el padre la busca y salen de paseo.
El régimen aplicado a Mercedes le da buenos resultados. San Martín escribe a Tomás Guido:
“Cada día me felicito más y más de mi determinación de haberla conducido a Europa y arrancado del lado de Doña Tomasa (su suegra). Esta amable señora, con el excesivo cariño que le tenía, me la había resabiado -como dicen los paisanos- en términos que era un diablotín”.
Agregaba que, ahora,
“la mutación que se ha operado en su carácter es tan marcada como la que ha experimentado en figura. El inglés y francés le son familiares como su propio idioma, y sus adelantos en el dibujo y música son sorprendentes. Usted me dirá que un padre es un juez muy parcial para dar su opinión; sin embargo, mis observaciones son hechas con todo el desprendimiento de un extraño, porque conozco que de un juicio equivocado pende el mal éxito de su educación”.
Más tarde, escribirá San Martín que
“la educación que Mercedes ha recibido bajo mi vista no ha tenido por objeto formar en ella lo que se llama una dama de gran tono, y sí el de ser una buena madre y una buena esposa”.
Mercedes Tomasa de San Martín y Escalada
(Mendoza, 24 de agosto de 1816 – Brunoy, 28 de febrero de 1875) fue la hija del general José de San Martín y de María de los Remedios de Escalada.
GRATO NOVIAZGO
Al terminar la etapa del colegio, Mercedes se convierte en la gran compañera de su padre, a quien acompaña a todas partes. Corría 1831 cuando, en París, conoce al joven diplomático argentino Mariano Balcarce, hijo del general Antonio González Balcarce, guerrero de la Independencia que actuó bajo las órdenes de San Martín. Tiene 24 años y ella cuenta 15.
Se inicia entonces un noviazgo que complace en alto grado al Libertador. Tanto, que el 15 de diciembre de ese año escribe a la madre del novio, doña Dominga Buchardo de Balcarce, para arreglar la boda:
“Antes del nacimiento de mi hija Mercedes, mis votos eran porque fuese un varón; contrariado en mis deseos, mis esperanzas se dirigieron a que algún día se uniese a un americano, hombre de bien y si fuera posible el que fuese hijo de un militar, que hubiese rendido servicios señalados a la independencia de nuestra patria. Dios ha escuchado mis votos, no sólo encontrando reunidas estas cualidades en su virtuoso hijo don Mariano, sino también coincidir el serlo de un amigo y compañero de armas. Sí como espero esto es de la aprobación de usted, será para mi la más completa satisfacción”.
Mercedes Tomasa de San Martín y Escalada | ||
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Información personal | ||
Otros nombres | Merceditas | |
Nacimiento | 24 de agosto de 1816 Mendoza, Provincias Unidas del Río de la Plata | |
Fallecimiento | 28 de febrero de 1875 (58 años) Brunoy (Francia) | |
Nacionalidad | Argentina | |
Familia | ||
Padres | José de San Martín María de los Remedios de Escalada | |
Cónyuge | Mariano Severo Balcarce | |
Hijos | Josefa Dominga Balcarce María Mercedes Balcarce |
ALEGRÍA DEL GENERAL - MERCEDES Y MARIANO SE CASAN EN PARÍS, EL 13 DE DICIEMBRE DE 1832.
Poco después, el cargo del marido -quien sería diplomático argentino en Europa durante cuatro décadas- hace que viajen a Buenos Aires. Allí nace su primera hija, María Mercedes, el 14 de octubre de 1833.
Luego de permanecer en la Argentina casi dos años, la pareja regresa con su hija a París, y pasan a vivir con San Martín. En la casa de Grand Bourg nace la segunda hija del matrimonio Balcarce-San Martín, el 14 de julio de 1836. La bautizan Josefa Dominga.
Mercedes Tomasa de San Martín y Escalada
(Mendoza, 24 de agosto de 1816 – Brunoy, 28 de febrero de 1875) fue la hija del general José de San Martín y de María de los Remedios de Escalada.
LAS NIETAS CONSTITUYEN LA GRAN ALEGRÍA DEL GENERAL, SOBRE CUYAS ESPALDAS VA CAYENDO, LENTO PERO INEXORABLE, EL PESO DE LOS AÑOS.
Mercedes no lo descuida jamás. Su excelente educación la ha convertido en una mujer culta e interesante. Le gusta la lectura y es una correcta pintora. Entre las telas que ejecutó, se encuentra un buen retrato de San Martín viejo, basado en el daguerrotipo de 1848. También copia, al óleo, ese famoso estandarte de Pizarro que los peruanos obsequiaron a su padre: quiere documentar el pendón, antes de que la vejez termine de carcomer totalmente la tela.
María de los Remedios Escalada
LA DESPEDIDA
El 23 de enero de 1844, San Martín redacta su testamento. Declara a Mercedes “absoluta heredera de mis bienes, habidos y por haber”. En una de las cláusulas, la sexta, se detiene cariñosamente en ella:
“Aunque es verdad que todos mis anhelos no han tenido otro objeto que el bien de mi hija amada, debo confesar que la honrada conducta de ésta y el constante cariño y esmero que siempre me ha manifestado, han recompensado con usura todos mis desvelos, haciendo mi vejez feliz: yo le ruego continuar con el mismo cuidado y contracción la educación de sus hijas (a las que abrazo con todo mi corazón) si es que a su vez quiere tener la misma feliz suerte que yo he tenido. Igual encargo hago a su esposo, cuya honradez y hombría de bien no han desmentido la opinión que me había formado de él, lo que me garantiza continuará haciendo la felicidad de mi hija y nietas”.
En 1848, toda la familia se traslada a Boulogne-Sur-Mer. Allí, el 17 de agosto de 1850, Mercedes cierra los ojos de su padre, el general José de San Martín. Luego, continúa viviendo en Francia con su esposo y sus hijas. Pero ya no en Boulogne-Sur-Mer, sino en la importante residencia que Balcarce compra en Brunoy, unos veinte kilómetros al sudeste de París.
Dormitorio Casa Museo Gral. San Martin - Boulogne Sur Mer - Francia
JOSEFA, GRAN DAMA
Narra el historiador Vicente Cutolo que un compatriota que la visitó en sus últimos años, la recordaba “de cabeza blanca, alta e imponente figura, de gracia seductora y súbita simpatía”. Falleció el 28 de febrero de 1875 y sus restos serían llevados a Mendoza en 1951. Su esposo la sobrevivió hasta 1885. Años atrás, había fallecido soltera, el 2 de mayo de 1866, su hija mayor, la porteña María Mercedes.
En cuanto a la segunda hija, Josefa Dominga, fue una personalidad muy destacada. Se casó en 1860 con el diplomático mexicano Fernando Gutiérrez Estrada. No tuvieron hijos y quedó viuda en 1904. Sus exquisitos modales, su simpatía y su don amistoso, convirtieron a la casa de Brunoy en un gran centro de sociabilidad.
Josefa Dominga
Durante la guerra mundial de 1914-18, doña Josefa instaló allí un hospital de sangre, y su dedicación a los heridos hizo que el Gobierno de Francia le otorgase la Legión de Honor. Legaría luego el palacete para casa de ancianos. Guardó por la memoria de su abuelo una enorme veneración. Remitió al general Bartolomé Mitre el famoso sable corvo, que hoy está en el Museo Histórico Nacional. También donó a ese museo los muebles de San Martín, que permitirían reconstruir fielmente la habitación donde falleció nuestro máximo prócer. Doña Josefa Balcarce y San Martín de Gutiérrez Estrada -como firmaba orgullosamente- murió en Brunoy, el 17 de abril de 1924.
General San Martín, con su hija Mercedes
Mariano Antonio Severo Balcarce Buchardo
Nacimiento: 8 de noviembre de 1807 - Buenos Aires, Argentina Muerte: Feb. 20, 1885 París - Ciudad de París - Isla de Francia, Francia Casado con Mercedes de San Martín y Escalada. Lugar de enterramiento original: Cementerio Brunoy, Francia, hasta 1951, cuando fue repatriado junto a su esposa y su hija mayor. Los lazos familiares: esposa: Mercedes Tomasa de San Martín y Escalada (1816 - 1875) Niños: María Mercedes Balcarce de San Martín (1833 - 1860) * Josefa Dominga Balcarce de Gutiérrez Estrada (1836 - 1924) * Entierro: Basílica de San Francisco - Mendoza, Argentina |
Mercedes Tomasa de San Martín y Escalada
(Mendoza, 24 de agosto de 1816 – Brunoy, 28 de febrero de 1875) fue la hija del general José de San Martín y de María de los Remedios de Escalada.
Aunque no hay constancia escrita, el abanico pasó de generación en generación como un tesoro regalado por San Martín. | Claudio Gutiérrez / Los Andes
En un marco dorado a la hoja cubierto por vidrio descansa un abanico que supo ser blanco inmaculado y que hoy presenta un color grisáceo que no opaca su esplendor. Se trata de una pieza que perteneció a Josefa Álvarez de Delgado, madrina de Merceditas de San Martín y que, según la tradición oral, le fue regalado por el mismo general tras el bautismo de su hija.
General San Martín, con su hija Mercedes
Fecha de nacimiento:1836
Defunción:1924
Familia inmediata:
Hija de Mariano Antonio Severo González Balcarce Buchardo y Mercedes de San Martin
Esposa de Fernando Gutiérrez Estrada Gómez de la Cortina
hermana de María Mercedes Balcarce de San Martín
Hija de Mariano Antonio Severo González Balcarce Buchardo y Mercedes de San Martin
Esposa de Fernando Gutiérrez Estrada Gómez de la Cortina
hermana de María Mercedes Balcarce de San Martín
Y ASÍ COMENZÓ LA HISTORIA...
Fuente:
http://www.mendoza.edu.ar/24-de-agosto-qdia-del-padreq/
http://www.losandes.com.ar/noticia/un-306652
http://www.lagaceta.com.ar/nota/698455/sociedad/hace-dos-siglos-nacio-hija-san-martin.html
http://revisionistasdesanmartin.blogspot.com.ar/2016/08/200-anos-del-nacimiento-de-merceditas.html
Me encantó la historia y conocer tantas cosas interesantes de nuestro MAXIMO PROCER y su familia especialmente de Merceditas que descansa junto a su esposo e hija en mi querida y tierra mendocina y en la Basílica de San Francisco donde contraje matrimonio. Muchas Gracias.
ResponderBorrarLa exquisitez de la nota nos pone en conocimiento de unos de nuestros hèroes y su familia. Sorprende saber que una de sus nietas hubiera vivido la primera guerra y mas sorprende su amplia solidaridad. Gracias por permitirme disfrutar de esta parte de nuestra historia
ResponderBorrarAbundante información. Algo dispersa pero muy buena. Felicitaciones
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