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"Soy un hombre de armas, un soldado, scout. Paradójicamente, al único de mi especie que admiro, empuñó solamente la palabra, su técnica fue la humildad, su táctica la paciencia y la estrategia que le dio su mayor victoria fue dejarse clavar en una cruz por aquellos que amaba".

Desde La Trinchera Del Buen Combate en Argentina. Un Abrazo en Dios y La Patria.

17 de septiembre de 2013

BATALLA DE PAVÓN GUERRA ENTRE LA CONFEDERACIÓN ARGENTINA Y EL ESTADO DE BUENOS AIRES. 17 DE SEPTIEMBRE DE 1861





















Escena histórica (Ignacio Manzoni, 1861) que representa el campo de batalla cerca del arroyo Pavón. Sobresale la figura de Bartolomé Mitre uniformado, montado en un caballo blanco, espada en mano, dando órdenes a la tropa. En el ángulo superior derecho se ve el casco de la estancia de Domingo Palacios, con una pequeña torre (mirador). Pieza perteneciente al Museo Mitre.
La Batalla de Pavón (librada en la planicie entre los actuales pueblos de Rueda y Godoy, a 1500 m de la margen sur del arroyo Pavón, provincia de Santa Fe, 17 de septiembre de 1861) fue una batalla clave de la guerra civil que dividió la Argentina durante el siglo XIX. Significó el fin de la Confederación Argentina, y la incorporación de la provincia de Buenos Aires en calidad de miembro dominante del país.
Índice
1 Antecedentes
1.1 Posturas políticas
1.2 Derqui, presidente de la Confederación; Mitre, gobernador de Buenos Aires
1.3 Conflictos en el interior
1.4 Elecciones en Buenos Aires
1.5 La guerra civil
2 La batalla
3 Consecuencias
4 Notas
5 Bibliografías
Antecedentes
Posturas políticas
Por un lado, los porteños de Buenos Aires pretendían imponer su hegemonía sobre todo el país.
Por el otro, los provincianos querían descentralizar la Nación, dando autonomía estatal a las provincias.
Federales y unitarios existían tanto en las provincias interiores como en la provincia y ciudad de Buenos Aires (en ese entonces la provincia de Buenos Aires que incluía a la ciudad de Buenos Aires era la única de Argentina con salida marítima, o más exactamente: océanica, lo cual le daba una enorme ventaja económica, estratégica y geopolítica sobre las otras provincias hermanas). Es cierto que estaban enfrentados entre sí, pero a la hora de defender lo suyo, se unían para enfrentar a su enemigo (a Buenos Aires o a las provincias según cada caso). El país estaba dividido entre la Confederación Argentina y el Estado de Buenos Aires, enfrentados en una guerra civil intermitente. La batalla de Cepeda y el pacto de San José de Flores, del año 1860, habían reunido la provincia de Buenos Aires al resto del país. Al menos, de manera nominal. Pero realmente no había solucionado nada, ya que ambos bandos estaban casi convencidos de que se volverían a enfrentar.

Derqui, presidente de la Confederación; Mitre, gobernador de Buenos Aires
Terminado su período presidencial en 1860, el capitán general Justo José de Urquiza entregó el mando ante el Congreso Nacional de Paraná al abogado cordobés Santiago Derqui.
Ese mismo año, la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires eligió gobernador al brigadier Bartolomé Mitre, comandante en jefe del ejército porteño y el jefe que Urquiza había derrotado en la cañada de Cepeda el año anterior (1859).

Conflictos en el interior
Durante la presidencia del general Urquiza las provincias del interior habían estado en paz, con la excepción de San Juan, en la cual un crimen político sirvió de catalizador para la guerra civil que culminó en Cepeda. Las cosas cambiaron al ascender a la presidencia Santiago Derqui.
Varios caudillos locales, genéricamente unitarios, se habían mantenido en paz con el gobierno central. Pero con el nuevo presidente, se lanzaron públicamente a la oposición: tal el caso de Manuel Taboada (en Santiago del Estero) o de José María del Campo (en Tucumán).
Las corrientes que el gobernador Juan Pujol había mantenido unidas en Corrientes volvieron a enfrentarse a su muerte.
El gobernador cordobés Mariano Fragueiro manejó muy mal sus relaciones con la oposición; y cuando la situación se hizo más violenta, Derqui intervino el gobierno de la provincia12 (una fuerza de 2000 puntanos al mando de Juan Saá invadió la provincia)13 y se trasladó a esa ciudad.
La situación más grave se dio nuevamente en la provincia de San Juan, donde el gobernador, el coronel José Antonio Virasoro (un correntino) fue derrocado y asesinado en una rebelión liberal que contó con apoyo de varios políticos porteños.14 Los liberales nombraron gobernador al abogado Antonino Aberastain. El presidente envió una intervención federal a la provincia, al mando del gobernador de San Luis, coronel Juan Saá, pero el nuevo gobernador, Aberastain la enfrentó militarmente. Fue derrotado y asesinado en Pocito, lo que permitió a los porteños acusar a Derqui de haber provocado el crimen.

Elecciones en Buenos Aires
Para hacer efectiva la unión de la provincia rebelde a la Nación, se efectuó en Buenos Aires la elección de diputados provinciales ante el Congreso Nacional. Pero, tal vez como una forma de provocación, o de desprecio a las leyes nacionales, fueron realizadas de acuerdo con la ley electoral porteña, y no por la ley nacional. Los diputados fueron rechazados en el Congreso, y los senadores se retiraron en solidaridad con aquéllos.
Por este y otros motivos, el presidente Santiago Derqui dictó un decreto convocando a nuevas elecciones en Buenos Aires. Pero las autoridades de la provincia se negaron a acatar tal disposición, y declararon caduco el Pacto de San José.

La guerra civil
Partida de la Guardia Nacional desde Buenos Aires, en noviembre de 1861. Óleo de Juan León Pallière.
El Congreso consideró esto como un acto de sedición y Derqui encomendó al capitán general, gobernador entrerriano y ex presidente Urquiza la jefatura de las fuerzas nacionales para volver a la provincia rebelde a la obediencia. El general Urquiza comenzó a concentrar y organizar en Diamante.
Capitán General JUSTO JOSÉ DE URQUIZA
Por su parte, el gobernador porteño, brigadier Bartolomé Mitre se ponía al frente del ejército de Buenos Aires que comenzó su concentración en Rojas en junio de 1861.
Varios intentos de mediación, tanto de mediadores individuales, como la ofrecida por varias naciones extranjeras, fracasaron ante la intransigencia de Mitre y de Derqui. Urquiza, en cambio, intentó hasta el último momento conservar la paz y se negó sistemáticamente a tomar la iniciativa contra el ejército porteño, tal como se lo aconsejaban sus coroneles Ricardo López Jordán y Prudencio Arnold.
El presidente Derqui organizó un ejército en Córdoba, reuniendo un heterogéneo grupo de unidades de infantería cordobesa y de caballería puntana, comandadas por los coroneles mayores José María Francia y Juan Saá, respectivamente. Sin embargo, la movilización fue lenta y escasa. Si Santa Fe podía movilizar 6000 milicianos a la vez, apenas se presentaron 2000 al mando de López Jordán; inicialmente sólo 3000 entrerrianos respondieron al llamado de Derqui, y Saá aportó con 1500 puntanos, pero muchos de ellos descontentos con su gobernador.15
Las fuerzas de Derqui eran alrededor de 8000 hombres (aunque otros rebajan la cifra a la mitad).16 Pero durante la marcha el descontento cordobés contra Derqui y la influencia de los liberales en los oficiales de dicha provincia se hicieron notar, como mucho 2000 de ellos desertaron.17 A estas fuerzas, llegadas al sur de la provincia de Santa Fe, se sumó la de Urquiza, de entrerrianos y correntinos, las de la provincia de Santa Fe (alrededor de 2000 hombres de la guarnición de Rosario)16 y los emigrados porteños; la gran mayoría de estas fuerzas eran de caballería con unas pequeñas unidades de infantería.
En total, el ejército confederal estaba formado por 17 000 hombres, de los cuales 8000 fueron aportados por las provincias del centro y 9000 por Entre Ríos, Corrientes y Santa Fe.18 19
Brigadier BARTOLOMÉ MITRE
El ejército mitrista estaba compuesto por 22 000 hombres20 y 35 piezas de artillería, contando además con una importante superioridad numérica, de armamento y de adiestramiento en infantería y artillería.
Derqui avanzó hasta Rosario, donde dejó el mando en manos de Urquiza. Mitre, por su parte, avanzó casi directamente hasta el norte de su provincia21 e invadió Santa Fe.

La batalla
Ambas fuerzas chocaron en las orillas del arroyo Pavón (40 km al sur de Rosario, en la provincia de Santa Fe, a 260 km al noroeste de la ciudad de Buenos Aires). Urquiza dispuso sus tropas en una posición defensiva, formando una línea extendida al este y al oeste de la estancia de Domingo Palacios (actual estancia Los Naranjos).22 En las alas quedó formada la caballería.
Al llegar a 800 metros de la estancia, Mitre desplegó su infantería, preparándose para el asalto al centro adversario. Sin embargo fue la artillería confederal la que dio inicio al combate, abriendo grandes brechas en las filas de infantes porteños, blancos fáciles debido a sus vistosos y coloridos uniformes.
El irregular combate duró apenas dos horas, durante las cuales el ala izquierda confederal bajo el mando del coronel mayor Juan Saá, compuesta en gran parte por las divisiones santafesinas y porteñas de Ricardo López Jordán, derrotó completamente a la caballería del Primer Cuerpo del ejército porteño, comandada por el general y expresidente uruguayo Venancio Flores, persiguiéndola hasta más allá del Arroyo del Medio (curso de agua que marca el límite entre Buenos Aires y Santa Fe). La caballería del Segundo Cuerpo porteño, bajo el mando del experimentado generalManuel Hornos, ofreció mayor resistencia; aunque finalmente debió retirarse, dejando en poder de sus adversarios todo el parque y numerosos prisioneros. También el ala derecha, al mando del general Miguel Galarza arrolló a la poco numerosa caballería del ala izquierda de Buenos Aires.
En cambio, el centro del ejército de la Confederación, compuesto por milicianos del interior con escaso entrenamiento militar, fue superado y obligado a retroceder por los aguerridos y bien pertrechados batallones de infantería porteños.
Al ver la dispersión del centro, Urquiza abandonó el campo de batalla sin comprometer seriamente los 4000 hombres de las divisiones entrerrianas23 que hasta ese momento había mantenido en reserva, y marchó a Rosario, siguiendo luego hacia San Lorenzo y Las Barrancas. En este punto recibió información de la victoria de su caballería, pero ya no regresó.
Si bien se han intentado varias explicaciones para esta retirada, ninguna es satisfactoria. Las más difundidas son las que la atribuyen a una enfermedad renal de Urquiza, y la que sostiene que éste desconfiaba del presidente Derqui y temía una traición. Otra posible causa de la retirada de Urquiza hace referencia a un pacto subyacente promulgado por la masonería argentina, involucrando a Urquiza, Mitre, Derqui, Sarmiento, a quienes se encomendó bajo juramento poner todo lo que estuviera a su alcance para apaciguar la guerra civil.
La insólita decisión de Urquiza dejó el campo abierto al ejército porteño, que se había retirado hacia San Nicolás de los Arroyos. Mitre decidió entonces consolidar su posición para marchar luego sobre Santa Fe. El 4 de octubre inició su avance sobre Rosario con 13 000 hombres y 42 piezas de artillería, ciudad que ocupó una semana después.24

Consecuencias
Cementerio de Morante (a 12 km del campo de batalla) donde están sepultados parte de las bajas encontradas después de la Batalla
Las batallas de Cepeda, de Caseros y la de Pavón fueron posiblemente los tres enfrentamientos armados más trascendentales de la historia argentina, tanto por las consecuencias institucionales que acarrearon, como por la realineación de casi todos los actores políticos después de cada una de ellas.
Al ver la inacción de Urquiza, Mitre reunió sus tropas. Mientras tanto, parte de la caballería federal avanzó hasta Pergamino, ocupando el pueblo. Sólo cuando una reacción de la caballería porteña obligó a los federales a regresar a Santa Fe, Mitre inició el avance hacia esa provincia. Habían pasado varias semanas desde la batalla.
En los meses siguientes, el avance de los porteños y sus aliados fue imparable; y el único ejército federal que podrían haberles opuesto resistencia, el de Urquiza, fue prácticamente desmantelado por orden de éste.
Al ver que el país era invadido, Derqui renunció y se refugió en Montevideo; pocas semanas más tarde, el vicepresidente Pedernera declaraba caduco el gobierno nacional.
A partir de ese momento, Mitre proyectó su influencia sobre todo el país: todos los gobernadores federales ―con la notable excepción de Urquiza― fueron derrocados en las semanas finales del año y en las primeras de 1862. Algunos lo fueron por los unitarios locales, contando con la cercanía de las fuerzas porteñas,25 y otros lo fueron directamente por el ejército porteño que invadió esas provincias. Los que lograron evadir esa suerte se unieron a los otros en aceptar que el Gobierno Nacional había caducado26 y encargaron su reorganización al gobernador porteño, Mitre.
Meses después, Mitre fue elegido presidente de la Nación por medio de elecciones organizadas por los nuevos gobiernos; tanto en la elección de éstos, como en la de aquél, los candidatos federales estaban proscriptos. Junto a Mitre se hizo sentir el fuerte núcleo porteñista que constituía su base política, copando los ministerios y buena parte de las bancas del Congreso.
La capital del país, que había estado radicada en Paraná, fue trasladada a Buenos Aires. Pero el gobierno nacional debió aceptar quedar como huésped del gobierno porteño. Esta ubicación de la capital permitió a los porteños defender muy efectivamente sus intereses.
En los años siguientes, la Argentina mantuvo una organización nominalmente federal, pero la preponderancia real de Buenos Aires se mantuvo inquebrantable. Al menos, hasta que logró configurar al país a imagen y semejanza de sus propios intereses. Lentamente llegaría a reorganizarse como un estado más o menos federal, de ideología liberal y economía librecambista.
Notas
  1. Jump up to:a b Rock, pp. 47, nota n° 46
  2. Jump up↑ Sáenz Quesada, pp. 354
  3. Jump up to:a b Marley, 2008: 782
  4. Jump up↑ Bartolomé Mitre & Jorge Adolfo Mitre, pp. 247
  5. Jump up to:a b c Pelliza, pp. 319-322
  6. Jump up to:a b c d e f Biblioteca de Armas - Historia Militar Argentina.
  7. Jump up to:a b c Diaz, pp. 202
  8. Jump up to:a b c d Bioy & Borges, 1955: 293
  9. Jump up to:a b Rosa, 1965: 358
  10. Jump up to:a b Diego Abad de Santillán, pp. 56-57
  11. Jump up↑ La Batalla de Pavón - La guía de Historia
  12. Jump up↑ Derqui era cordobés.
  13. Jump up↑ Isidoro J. Ruiz Moreno (2005). Campañas militares argentinas: la política y la guerra. Buenos Aires: Emecé, pp. 98. ISBN 978-9-50620-245-3.
  14. Jump up↑ Sobre todo, del sanjuanino Domingo Faustino Sarmiento
  15. Jump up↑ Nicasio Oroño (2004). Obra Completa. Tomo II. Santa Fe: Universidad Nacional del Litoral, pp. 1094. ISBN 978-9-87508-328-8.
  16. Jump up to:a b Bartolomé Mitre & Jorge Adolfo Mitre (1911). Archivo del general Mitre. Tomo VIII. Buenos Aires: Biblioteca de "La Nación", pp. 207
  17. Jump up↑ Mitre & Mitre, 1911: 237
  18. Jump up↑ J. E. Acevedo (1940). Historia argentina y constitución nacional: adaptada especialmente al programa de la Facultad de derecho de Buenos Aires. Buenos Aires: A. Lacort, pp. 361
  19. Jump up↑ Bartolomé Mitre & Jorge Adolfo Mitre (1911). Archivo del general Mitre. Tomo IX. Buenos Aires: Biblioteca de "La Nación", pp. 138. Mitre eleva dichas fuerzas a 18 000 a 20 000 confederados, entre santafesinos, entrerrianos, correntinos, cordobeses, puntanos y los aportes menores de otras provincias.
  20. Jump up↑ Ciudad Digital: La batalla de Pavón
  21. Jump up↑ Parte de las fuerzas de Mitre fueron desembarcadas de sus transportes fluviales en San Nicolás de los Arroyos.
  22. Jump up↑ «Los Naranjos, la estancia donde vive el pasado», artículo de Osvaldo Aguirre en el diario La Capital (de Rosario), del 9 de septiembre de 2011.
  23. Jump up↑ James Louis Garvin, Franklin Henry Hooper & Warren E. Cox (1929). The Encyclopedia britannica. Tomo II. Londres: The Encyclopedia britannica company, pp. 329.
  24. Jump up↑ Miguel Ángel de Marco (agosto de 2011) "A ciento cincuenta años de la batalla de Pavón", artículo en la Revista de la Bolsa de Comercio de Rosario, pp. 6. Consultado el 24 de diciembre de 2011.
  25. Jump up↑ El gobierno de Corrientes fue derrocado contando con el apoyo apenas tácito del gobierno porteño; pero fue el único caso.
  26. Jump up↑ Según la hipócrita expresión de algunos de los vencedores, el gobierno nacional había caducado "de hecho y de derecho".
Bibliografías
  • Abad de Santillán, Diego: Historia argentina. Tomo III. Buenos Aires: Tip. Editora Argentina, 1965.
  • Bioy Casares, Adolfo y Jorge Luis Borges: Poesia gauchesca: Fausto y poesias. Aniceto el gallo (tomo II). Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 1955.
  • Díaz, Antonio: Historia politica y militar de las repúblicas del Plata desde el año de 1828 hasta el de 1866 (volumen 10). Buenos Aires: Impr. de El Siglo, 1878.
  • Luna, Félix, y otros: Grandes protagonistas de la Historia argentina. Buenos Aires: Planeta, 1999.
  • Marley, David: Wars of the Americas: a chronology of armed conflict in the western hemisphere, 1492 to the present. (tomo I). Santa Bárbara: ABC-CLIO, 2008. ISBN 978-1-59884-101-5.
  • Mitre, Bartolomé y Jorge Adolfo Mitre: Archivo del general Mitre. Volúmenes 8-9. Biblioteca de La Nación, 1911.
  • Pelliza, Mariano A.: Historia argentina. Tomo V. Editado por F. Lajouane, 1897.
  • Pérez Amuchástegui, A. J. y otros: Crónica argentina. Buenos Aires: Códex, 1972.
  • Rock, David: La construcción del estado y los movimientos políticos en la Argentina, 1860-1916. Buenos Aires: Prometeo Libros, 2006. ISBN 987-574-098-5.
  • Rosa, José María: Historia argentina. El cisma (tomo VI). Buenos Aires: J. C. Granda, 1965.
  • Ruiz Moreno, Isidoro J.: El misterio de Pavón. Buenos Aires: Claridad, 2005. ISBN 950-620-172-2.
  • Sáenz Quesada, María: La Argentina: historia del país y de su gente. Buenos Aires: Sudamericana, 2001.

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